domingo, 17 de marzo de 2013

EN MENTE


   Merodeo por el Centro de Arte Contemporáneo y pienso que debería ponerme el auricular izquierdo en el derecho y el derecho en el izquierdo para oír la música más fuerte. Ir por la vida con auriculares es muy cómodo  porque aunque me aísle parece que no vas solo y me creo que soy invisible. Si he venido solo esta mañana de museos es porque no puedo contar con nadie para verlos.  Salgo del primero impresionado de tanta belleza postmoderna  y  tanteo la idea de hacerme el corte de pelo de lengüetazo de vaca... Camino y bordeo un monte en el centro de la ciudad donde  nos hacíamos pajas  colectivas a lo Krámpack cuando éramos adolescentes. Iba a subir para rememorar escenas pero de mayor me da miedo por si me roban mi nuevo smartphone. Con el móvil le hago fotos a todo: a las ramas, a las piedras, a los troncos, a los cuadros de los museos, a las lámparas de los museos y me creo que soy moderno y artista. Lo cuelgo en Instagram y la gente pulsa el corazoncito, así me siento un poco querido... Las cervicales me siguen doliendo y me  producen vértigos que se parecen a los cuadros del segundo museo que visité esta mañana. Allí me dieron un folleto explicativo del arte indígena australiano  y llego a la conclusión de que cada vez tardo más en leer, que tengo déficit de atención para comprender lo que leo; que mi novio sale en el Fotogramas el mes que viene y yo aún sin terminar el de marzo. Entre Limones, el libro con el que estoy desde hace más de tres meses, me está gustando por la vitalidad que transmite pero que tampoco me cuenta nada... Espero que el semáforo se ponga en verde mientras me pongo chorreando por la lluvia; esta puta lluvia que no cesa y que no deja que se acabe el invierno.  Por esta época ya estaba el año pasado  en la playa haciendo que leía libros  y tumbado al Sol cerrando los ojos para ver el cielo de naranja... Mientras cruzo la avenida, me acuerdo de los amigos que me dejaron premeditadamente de lado y de los que yo dejé cruelmente de niño mediante cónclaves en los que manipulaba quién debiera salir expulsado de la pandilla. Echo mucho de menos a un amigo con el que veía pelis raras y a otro, porque me ponía mogollón. Era duro estar enamorado de tu enésimo mejor amigo y ver cómo le rondaban cientos de zorras cada vez que salíamos de fiesta como si tratase de El Flautista de Coñolín... Debería hacer ejercicios de socialización,  yo que sé, un psicólogo o algo, que con la edad me estoy convirtiendo en un ogro que tiene gran éxito entre sus cientos de amigos del Facebook pero que prefiere viajar solo a acompañado y hacer lo que le venga en gana para poder meterse en museos modernos o charlas de galeristas transexuales a las que a mi gente les importa un mojón y que si los avisase para ir, confirmarían su teoría conspiranóica de lo bicho raro que soy... La timidez, esta maldita timidez que me está matando, que saca lo peor de mí y que con excusas autoprotectoras y miopías operadas hace diez años, no saludo a nadie porque me bloqueo y me siento lerdo en un estúpido traje de neopreno... Voy a sacar el paraguas estampado porque me niego a tener uno negro aunque sea un tío, y es que sinceramente prefiero los estampados de los de señora, mucho más divertidos, que bastante triste es ya la lluvia de por sí... Maldito viejo coche que está en la quinta puñeta; que ayer calculé si me convenía más venir en el Cercanías o en coche y me salía a cuenta hacerlo en lo segundo.  Ya estoy montado, debería lavarlo  o al menos limpiarlo por dentro, pero es que con esta lluvia… Me voy a mi cueva, a ponerme los cojones en la frente comiendo huevos rellenos y a echarme una siesta de dos horas. Después, cuando me levante, con el café que afortunadamente me tomaré ya que al día siguiente no madrugo,  en pleno estado catatónico, catárquico y reparanóico,  escribiré lo que me salga de seguido y con muchos suspensivos, que me apetece hoy porque sí. 


4 comentarios:

  1. De lo mejor que te leído. Por cierto, me encantaría ir de museos contigo, wapo. Y lo que surja después, :-)
    Besote.

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  2. Cuántas cosas, y qué interesantes.. es curioso ese replantearse nuestros pasos con los amigos, a veces nos arrepentimos, sí.. o pensamos si ahora se hubiera dado esta situación hubiera hecho esto otro.. yo también he estado dando vueltas estos días..

    Y que sepas que mis paraguas también son de colores. ¡Y dinos quién es tu novio, que yo leo Fotogramas mucho!

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  3. A veces mirar atrás es lo que tiene, uno acaba replanteándose un montón de cosas, si miras a los lados y posees personalidad la sensación de soledad acaba siendo bastante notoria.

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  4. Vaya spleen más gordo que te ha atacado. Pero es que yo creo que es normal sentirse así, querer estar de hecho así, alejado de la gente, al menos un rato todos los días, es más, si no se siente ese impulso mal vamos.
    El texto es muy bueno, muy fluido, muy ahí va mi pensamiento para el que lo quiera.

    y mi paraguas es de spiderman y me lo encontré apoyado en la puerta de un colegio, es decir dejé a un niño desprotegido de la lluvia ;)

    Un beso.

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